Al cumplirse treinta años del intento de golpe de estado del 23 de febrero de 1981, se ha estrenado esta película que recrea ese acontecimiento de la historia reciente de la democracia española.
Chema de la Peña, director de la mediocre Isi/Disi Amor a lo bestia (2004) pero también de un documental que me gustó: De Salamanca a ninguna parte (2002), es el encargado de llevar el mando y aunque no consigue un gran producto, lo hace con más que dignidad.
La trama está contada con ritmo e interés, tanto didáctico como de suspense cinematográfico. La historia es de sobra conocida por lo que no cabe esperar sorpresas, pero sí que consigue tenerme interesado en su desarrollo con un buen tono y algunas interpretaciones sobresalientes.
Por ese lado, tengo que destacar a Paco Tous que se transmuta en Antonio Tejero de manera impecable. Su patriotismo militar envuelto en un carácter violento y fiel a sus principios, hacen del personaje público un gran personaje ficticio en la pantalla. Es en su presencia dónde más se disfruta de la película, pero tampoco es desdeñable la interpretación del resto del reparto que dan vida a políticos y personajes públicos conocidos.
La ficción también se nutre de imágenes de archivo en las que se incluyen los rostros de los periodistas que informaron por la televisión del angustioso acontecimiento. La fidelidad de los hechos tendrá sus partidarios y detractores pero sí que se trata de la versión que se considera oficial. Por ello, es recomendable, como se cuenta la importancia de la figura del Rey Juan Carlos o las escenas en que vemos a los políticos de la época. No será todo cierto pero está bien contado. Claro que eso pasará en la mayoría de las películas basadas en hechos históricos.
Sin duda, el film consigue su propósito: recrear con verosimilitud pero también con buen pulso narrativo el 23F. Por mi parte no hay pegas que ponerle y me parece totalmente válido y más interesante de lo que me esperaba.
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