Una chica mona conoce a un atractivo agente secreto y se ve envuelta en aventura tras aventura. No hay más que pensar para unir a Cameron Díaz y Tom Cruise, en una historia de persecuciones y tiros, salvo llevar la brillante idea a diversas ciudades para darle un toque turístico al producto. La verdad es que la pareja funciona, que el producto en ocasiones tiene su gracia, que las escenas de acción están bien engrasadas y que, en definitiva, si no hay más pretensiones que pasar un rato entretenido, la película puede ser aceptable.
James Mangold, del que recuerdo que me convenció en Walk the line (En la cuerda floja, 2005), hace las labores de director sin muchas más complicaciones. Cruise es un héroe al que nunca le pasa nada, por más peligrosa que sea la situación; y Díaz grita divinamente, mientras los tiros silban a su alrededor.
En definitiva, el film mantiene un tono de parodia (por ejemplo, sirve de parodia de la saga Mision Imposible también con Tom Cruise) entre divertido y romántico; con un guiño para el espectador español que no podrá dejar de sonreír al ver esas fiestas de San Fermin en Sevilla (?) y todos esos toros rodeando a los vehículos de los héroes y malvados de la función, en una escena más que estrambótica.
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