Absorbente historia en la que una chica secuestrada intenta dibujar un mundo diferente al que viven en su secuestro tanto ella como su hijo, nacido de sus relaciones sexuales con el secuestrador. La habitación es su único mundo, el lugar donde viven las 24 horas del día y del que tendrán que escapar.
Magníficas interpretaciones, un guión sobresaliente que sabe tocar las aristas y crea una película maravillosa aunque el punto de partida sea tan desagradable como la vida diaria de una chica que ha sido secuestrada para satisfacer los deseos y obsesiones de un tipo que considera esa la manera de lograr sus fines. Partimos de la mirada del niño, de como se imagina el mundo (gracias al amor de su madre) y de como ambos, sobreviven a una situación tan limite.
Si dentro de la habitación todo es agobiante salvo el amor madre-hijo, fuera de ella, la sociedad, la familia y la adaptación tanto de la madre, como del niño a una realidad desconocida, hacen crecer todavía más el interés por la trama y se enriquece del resto de personajes.
Brie Larson (en el papel de la madre) ganó el Oscar a la mejor interpretación secundaria. Del director solamente conozco Garage (2007).
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