La he visto un buen puñado de veces pero me han entrado ganas de revisar la totalidad de la saga del Tarzán interpretado por Weissmuller y me he vuelto a encontrar con una película magnífica.
Es cierto que las transparencias cantan muchísimo y ya no hay quién se crea que los actores están en el mismo plano que las tribus indígenas o los animales salvajes, pero me sigue fascinando su sabor a aventura de las de antes. Ahora no es nada políticamente correcto como los blancos tratan a los negros porteadores en la exploración de la selva, a veces da vergüenza ajena comprobar que la raza blanca trata a la negra como seres absolutamente superiores. Hay que verla con los ojos de la época para pasar por alto cosas así.
Ni siquiera recordaba la parte final con los enanos y el monstruo al que adoran, pero al verlo ahora, me reafirmo en que la película es pura aventura. Eso sí, la relación con Jane y la búsqueda del cementerio de elefantes, seguían presentes en mi imaginario. Lo dicho, la he vuelto a disfrutar como un niño. Seguiré con el resto de la saga.
0 comentarios :
Publicar un comentario