Desde la historia de varios personajes se nos cuenta como apuestan contra las hipotecas, es decir, contra la bajada del valor de las viviendas. Interesante aunque también incomprensible en algunas ocasiones, tanto en la terminología, como en lo que hacen los protagonistas. Tiene mérito que una película ambientada en el mundo del dinero y los bancos, se haga interesante. Hay momentos que me gusta la forma en que está narrada y otras que no, sobre todo en relación con que los actores se dirijan directamente al espectador mirando a la cámara.
Steve Carrel no hace un personaje cómico pero tiene un punto extravagante que le va muy bien; y el que está perfecto en su papel de bicho raro e inteligente es Christian Bale que, desde American Psycho, borda este tipo de papeles.
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