Después de que George Lucas estrenase bajo su dirección la trilogía anterior cronológicamente a la estrenada en primer lugar, vendió los derechos de Star Wars a Disney y ha sido en las navidades del 2015 cuando hemos tenido la nueva entrega en las pantallas de cine.
Nuevos personajes pero también se retoman los antiguos con los actores Harrison Ford, Mark Hamill y Carrie Fisher, volviendo a encarnar a Han Solo, Luke Skywalker y Leia Organa. Además tenemos a RD2D, C3PO o Chewbacca. Pero sobre todo hay una clara apuesta por retomar el espíritu de la trilogía clásica.
Si George Lucas quiso arriesgar con los tres primeros episodios, Disney ha apostado sobre seguro y así ha comenzado su nueva franquicia en la que, además de estrenar una nueva trilogía, tiene previsto varios spin off sobre el universo galáctico.
La apuesta empieza con una película entretenida, con guiños a los seguidores de Star Wars y con nuevos personajes que pueden llegar a engancharnos. En primer lugar, el que volvamos a ver a Han, Luke y Leia en acción, pues ya tiene su puntazo de nostalgia; pero no quiero olvidarme de que lo nuevos personajes, malos y buenos, también están muy conseguidos. Para mí, lo mejor es ese soldado imperial que se pasa al bando rebelde, la búsqueda de Luke como leit motiv de la acción, el nuevo robot BB8 o el reencuentro con el Halcon Milenario. Hay Star Wars para rato.
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