Los miembros de una compañía teatral ambulante son la parte central del relato de esta película de Bardem. Un clásico que desconocía y que merece la fama que atesora porque el director se permite el lujo de llenar la pantalla con sus alardes con la cámara, con un dramatismo muy bien ajustado y unas interpretaciones magníficas.
Fernando Rey, Emma Penella, Elisa Galvé o Carlos Casaravilla, derrochan oficio y maestría en sus diferentes papeles. La historia no deja indiferente y tanto por la narrativa como por lo que cuenta, mantiene el interés que no decae ni por clasicismo ni tampoco por la originalidad en el tratamiento de los personajes y de los recursos cinematográficos. Si no consigue mejores piropos por mi parte, es porque al final me resulta excesiva en la parte dramática y eso le hace perder enteros en mi valoración.
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