Una cinta apocalíptica en la que se desenvuelven las peripecias de dos hombres que, en obligada compañía por diversas circunstancias, recorren la ciudad devastada para ir en busca de sus personas amadas. Así contada no parece una película española, pero si la ciudad es Barcelona, los protagonistas José Coronado y Quim Gutierrez, y la autoría de los hermanos Pastor, nos encontramos con una propuesta estimulante de ciencia ficción y supervivencia que me ha dejado más que satisfecho.
Esta vez el desencadenante de que la humanidad se encuentre en serio peligro de extinción viene de una misteriosa agorafobia que afecta a todo el mundo e impide que la gente pueda vivir en espacios abiertos. Por lo tanto, nuestros héroes se moverán por los túneles del metro y conductos de alcantarillado. No es obstáculo para que la cinta ofrezca una gran ambientación e interesantes efectos especiales que demuestran el esfuerzo técnico realizado.
También el plantel de actores cumple de sobra. Coronado está inmenso e interesante como casi siempre y Quim Gutiérrez no le anda a la zaga, formando una pareja que saca chispa a sus papeles. La cinta avanza a base de aventuras, tal vez con una visión idealizada de los resortes que mueven a los protagonistas pero también con el gran encanto de cine comercial bien hecho y sin demasiadas pegas para tener éxito en la cartelera.
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