Thriller de acción en el que un grupo terrorista prepara un atentado durante la final de la Super Bowl que se disputa en un gran estadio de Miami.
Mantiene la tensión durante todo el metraje y en su parte final, consigue ser espectacular con esa persecución del helicóptero al zepelín. Para ello cuenta con que es la adaptación de una novela de Thomas Harris por un director especializado en films de este tipo así como un reparto magnífico en el que destaco a Robert Shaw en el lado de los buenos.
Lo mejor es que, aunque es una película comercial, sus personajes no son meros arquetipos y tienen profundidad así como que la trama avanza con un trasfondo político y personal interesante propio de mucho cine USA de los setenta.
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