El género de catástrofes (disaster films) siempre ha interesado en la historia del cine, pero es en la década de los setenta cuando de la mano del productor Irwin Allen, entre otros, se convierte en un género de gran éxito de público, con el estreno de una serie de películas, entre las que destacan Airport (Aeropuerto, 1970) - George Seaton, Earthquake (Terremoto, 1974) - Mark Robson, o The Towering Inferno (El coloso en llamas, 1974) - John Guillermin.
La película que aquí reseño, también entraría en ese grupo de clásicos de catástrofes de los años setenta, todos ellos cortados con una serie de características comunes: gran plantel de actores en un reparto amplío y variado, así como efectos espectaculares para una producción de lujo que llevara al público al cine. Actualmente es evidente que se siguen haciendo películas ubicadas en este género pero también lo es que ahora priman los efectos especiales sobre el guión.
Porque vista ahora, La aventura del Poseidon, sigue teniendo interés. Los personajes buscan sobrevivir en un transantlantico medio hundido boca abajo y el camino para lograr llegar a dónde creen que está la zona más segura, convierte al navío en un personaje más, con su laberíntico recorrido lleno de trampas. Los actores principales son Gene Hackman, Ernest Borgnine, Roddy McDowall y Shelley Winters, entre otros, ya que insisto en que aquí lo que hay es un reparto coral, algo que también se remarcaba en la publicidad y los carteles de la película.
Por otra parte, no puedo obviar que hay partes de la historia que han quedado desfasadas o más bien, han quedado como genuinas curiosidades de las intenciones del argumento. Aquí es un cura el líder del grupo y su filosofía de que "Dios está ahí pero somos nosotros los que tenemos que luchar para salvarnos", es un mensaje más que patente y esa visión religiosa aunque a mí me chirría, también reconozco que es un aliciente de la trama.
Recuerdo ver todas las películas que mencioné más arriba, también ésta, en salas de cine. Supongo que serían reestrenos porque yo era un poco pequeño como para ir a verlas, y también recuerdo como me impactaron muchas de ellas. Sus estrenos eran de lo más llamativos para un espectador de cine, en cuanto a espectacularidad, y todavía hoy me sigue interesando el género, aunque es raro que lo haga en pantalla grande. Por cierto, su remake, Poseidon (2006) - Wolfgang Petersen, ni siquiera lo he visto todavía.
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