14 de marzo de 2011

SMOKING ROOM (2002) - Roger Gual y Julio D. Wallovits




Una apuesta arriesgada sobre todo formalmente,  que consiguió premios (mejor dirección novel en los Goya o interpretación colectiva en el Festival de Malaga) y críticas sublimes. La disfruté mucho en el cine y ahora la vuelvo a recuperar en DVD.

Lo que sería una pieza argumental banal, la recogida de firmas por parte de un contable entre sus compañeros de empresa para que les habiliten una sala para fumar, se convierte en un análisis sobre las relaciones de un grupo de oficinistas grises y sirve de reflejo de tantos entornos que son el marco laboral dónde mucha gente trabaja día a día. Un mundo lleno de  rutinas, rencores, jefes, subordinados, derechos, promociones e inseguridades.

Para este proyecto, los directores colaboraron a modo de cooperativa con los actores. Con esas carencias económicas  y cámara en mano, logran un aspecto visual sin concesiones estéticas pero de una fisicidad imponente por esos planos tan cercanos a los rostros, y esa decisión técnica se convierte en un acierto inteligente y práctico que eleva el tono duro del relato y la calidad del resultado final. Sin olvidar la importancia de unos diálogos buenísimos y de un grupo de actores excepcional.

Todos, absolutamente todos los intérpretes de Smoking Room, están en un nivel excelente, pero no puedo dejar de destacar a Eduard Fernández y Antonio Dechent, que tienen algunas escenas magistrales. Porque además la historia se cuenta a golpes de escenas, sin un nexo narrativo de unión entre ellas, van apareciendo una tras otra para formar un mosaico de un nivel altísimo en el que nada sobra. Esos personajes se me hacen reconocibles, me hacen sonreír, me dan miedo y los encuentro tan reales como a mi vecino de enfrente. 

Después de este debut, estuve pendiente de la trayectoria de sus directores. El catalán Roger Gual hizo Remake que me pareció bastante irregular aunque con algún punto interesante. De Julio Wallovits he visto La silla, un absoluto tostón que me aburrió profundamente. Sigo esperando que el talento que demostraron en Smoking Room vuelva a aparecer un día de estos.

2 comentarios :

Mila dijo...

La peli está genial. En cuanto a los personajes, más que grises, me parecen absolutamente deplorables (exceptuando al de las firmas, Ramírez, que es el único que parece decente hasta el final).
También el hecho de ver los rostros tan de cerca me parece significativo ya que si se hubiera rodado de otra manera no sería tan creíble lo que dicen los personajes.
Por último, me identifico plenamente con tu frase: "Esos personajes se me hacen reconocibles, me hacen sonreír, me dan miedo y los encuentro tan reales como a mi vecino de enfrente".























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xalons dijo...

Ya sabes que me alegro de que te gustara, así que lo escribiré por aquí para que quede constancia.