Clásico del cine italiano que hasta ahora no había visto, Arroz amargo supone un título clave dentro del neorralismo italiano y un impacto sexual mundial por la presencia de la despampanante Silvana Mangano.
La película cuenta el trabajo de las jornaleras de arroz del valle del Po, mezclado con una trama policíaca en la que una de las chicas está involucrada. Sus imágenes tiene parte de documental al mostrar los escenarios reales y a las gentes que hacen ese trabajo, pero el punto más atractivo de la historia, es el personaje de Silvana Mangano llena de sensualidad y erotismo. Vista hoy esa parte carnal me parece más importante que su retrato social de la Italia de la posguerra. En España fue estrenada con múltiples recortes de la censura y hasta 1970 no se reestrenó en su integridad.
El papel masculino de Vittorio Gassman es el ejemplo del hombre machista y dominador de la época que se aprovecha de las mujeres. Así la historia muestra como este personaje será el desencadenante del drama que inevitablemente llega al final del metraje. No es lo que más me gusta, me quedo con la naturalidad del cuerpo mostrado por Silvana Mangano, las escenas de las jornaleras y el documento cinematográfico dentro del movimiento del neorrealismo.
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