28 de noviembre de 2010

HIJOS DE PAPÁ (1980) - Rafael Gil




Rafael Gil y Fernando Vizcaíno Casas, director y escritor, se unen para adaptar la novela del segundo. Quiero incidir en que ambos, afines al franquismo, son responsables de otras películas que también adaptan novelas de Vizcaíno Casas, como La boda del señor cura (1979), ...Y al tercer año resucitó (1980), De camisa vieja a chaqueta nueva (1982), Las autonosuyas (1983) y Las alegres chicas de Colsada (1984). Una pareja de franquistas al rescate de los valores que añoran de la dictadura. Aviso de que van en serio para el que quiera seguir leyendo.

Hijos de papá se divide en dos partes. La primera, rodada en blanco y negro, se sitúa en 1946, dónde los padres de familia mantienen su autoridad frente a unos hijos que les obedecen, van con ellos a misa, atienden sus sabios consejos y eligen para casarse a la chica adecuada (de buena familia, claro) y no a una vicetiple cualquiera. En la segunda parte llega el color a las imágenes y además llega una juventud descarriada, drogadicta, sin valores morales, que no escuchan a sus mayores y que encima, son unos delincuentes. 

Uffff, tiene tela el argumento. Es difícil estar sentado en el sofá de casa y no sorprenderse por esos personajes fachas, que añoran aquellos tiempos en que la democracia no existía. Esos señores tan rectos que acuden cada 20N a la Plaza de Oriente de Madrid a homenajear a su líder ideológico y que se emocionan, si allí encuentran a uno de sus hijos, gritando con alegría "Franco, Franco, Franco". 

Recuerdo así de lejos alguna de las adaptaciones al cine de novelas de Vizcaíno Casas, leerlas no gracias que me salen granos; pero ver ahora esta película me da vergüenza ajena. En fin, es parte de la historia del cine y de la novela española de principios de la transición. No pasa nada por atreverse a acercarse a una película con carencias actorales (algunos de los jóvenes son más que malos delante de la cámara), con una canción de banda sonora que es insufrible y que se queda en  un intento de revisitación costumbrista de la década de los cuarenta con la mezcla de ficción e imágenes de documental, y un argumento penoso por su ideario político pero también por su pobre resultado como película.


Para rematar la faena, he puesto la carátula con la que se estrenó en el cine y la que se ha utilizado para su distribución en DVD. Es curioso ver como Franco ha pasado a ser sustituido por el rostro del escritor (con un pequeño papel de juez en la película), bonito guiño para sus fans,   pero es que aunque la cinta se ha vendido hace no mucho con el periódico "La Razón", supongo que siempre viene bien un lavado de cara para que no se note mucho de que va la cosa. 

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