Las fuerzas públicas del pueblo de Villa Baja (alcalde, alguacil, maestro, farmacéutico,..) están reunidos en el Ayuntamiento para ver la manera en que pueden hacer unas fiestas patronales mejores que las de sus vecinos de Villa Alta. El principal problema es que no hay dinero para unos buenos fuegos artificiales que puedan competir con los que tienen preparados en el otro pueblo y el único que podría ayudar económicamente es el hombre más rico y más avaro de la localidad.
Coproducción hispano italiana en la que intervienen actores muy reconocibles de nuestra filmografía. José Luis Ozores, su hermano Antonio, Manuel Alexandre, Antonio Riquelme o Xan das Bolas, junto con algún actor italiano.
Dentro de la corriente del neorrealismo, es un film con buenas intenciones pero que quedan diluidas en un guión desvalazado, sin fuerza, repetitivo y en general, bastante chapucero. Hay algún detalle visual que merece la pena, como la lluvia del final en la que destaca el paragüas blanco, y también unos personajes y situaciones reconocibles de otro cine más acertado en sus propuestas. A mí en particular me recuerda en ocasiones al de Berlanga, pero aquí no hay ni acidez, ni crítica social, ni humor corrosivo, ni mirada original, por lo que no consigue que la historia se haga interesante.
Más bien, tiene que valerse de tramas paralelas (el robo del cerdo, la confesión al cura, la excursión al pueblo vecino para quemar los fuegos artificiales), que no hacen más que llenar el metraje y que, encima, se agrava por la exagerada bondad de sus personajes, que entre otras lindezas intentan salvar a una cigüeña atrapada en un tejado para que una niña no sufra por el niño que trae, y como puntilla aparece un buhonero angelical (el hombre del paraguas blanco) que resolverá sus problemas con las fiestas patronales.
3 comentarios :
Hay todo un tesoro por descubrir en el cine que se hizo en España en los 40 y los 50. Aunque no conozco demasiado, hace ya muchos años recuerdo haber seguido varios ciclos en La 2 y descubrir sobre todo las filmografías de Ladislado Vajda (cosas como Carne de horca o la magnífica El cebo) y Edgar Neville (La torre de los siete jorobados o Mi calle son algunas de las que recuerdo)...
Por cierto, supongo que incluirás El cebo en tu artículo sobre remakes. No me gustó mucho la nueva versión con Jack Nicholson...
El cebo es una película que me gusta mucho, recuerdo verla de niño en Televisión Española y el miedo que pasé esa noche.
De Ladislao Vadja también me gusta mucho Mi tío Jacinto. Edgar Neville era un maestro, de lo que he visto de su cine, hay auténticas maravillas.
La entrada sobre remakes me está quedando muy extensa, de todas formas, estará abierta para incluir ausencias que yo no ponga porque la escribo sobre todo para aprender y descubrir ese cine español desconocido que nadie comenta.
Pues el título es muy sugerente…
La torre de los siete jorobados es sin duda una de mis películas favoritas. La descubrí gracias a La2, como tantas otras. El cebo es otra joya.
Ay, qué nostalgia.
Biquiños
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