Llevo una rachita de pelis malísimas que tiene tela.... Ahora me pongo a ver este film promocionado como una actuación seria de Cameron Díaz, es decir, que no es una comedia, que va a sufrir y pasarlo mal y nosotros vamos a verlo.
Pues sí, si que he sufrido viendo esta joyita. La cosa va de una pareja con problemas económicos que recibe una caja en la que hay un botón que si pulsan les aportará un millón de dólares a cambio de ser los responsables de la muerte de una persona a la que desconocen.
Un problema moral que se soluciona apretando el botoncito (ya te digo...¡es mucha pasta) y a partir de ahí viene el resto del hinchado metraje que intuyo que rellena el relato de Richard Matheson en el que se basa. Marcianos, deformidades, un hilillo de sangre por la nariz, escenas ridículas (la parte de la biblioteca me hace reír en vez de darme miedo), Cameron poniendo caras que no le salen, Frank Langella como único actor al que agarrarse, una trama que es un auténtico dislate y dos horas de rollazo con un cierto estilo visual fantástico y hasta a veces morboso, pero con un argumento que necesitaría un buen repaso para sacar algo más valido.
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