Hay películas que tal vez me debería dar vergüenza decir que las he visto, pero en este blog escribo sobre todas las que veo y aunque hace meses no era así y por ejemplo, no hice una reseña de Tómbola (1962), ahora escribo sobre todo el cine que veo.
Y he mencionado Tómbola, porque tiene puntos de encuentro con Canción de Juventud. Ambas son dirigidas por Luis Lucía, se estrenan el mismo año y tienen como estrella protagonista a una de esas llamadas "niñas prodigio" del cine español. En aquella es Marisol en su tercera película y en ésta es Rocío Durcal en su debut cinematográfico. Por cierto, me gusta más Marisol de largo. Tiene más salero.
En una localidad costera catalana hay un colegio de chicos y uno de chicas. Los encuentros entre los alumnos, los amoríos, las canciones y la historia de una chica hija de un famoso pianista, es lo que ofrece esta película tan cursi y desfasada que hasta hace gracia. Y es que es imposible no sonreír con las monjitas o las tontunas de los chavales. Una sonrisa condescendiente ante una película más que prescindible. Salvo que como yo, la veas con tu hija, para enseñarle un pedacito de lo que fue el cine español más comercial de los años sesenta. Cine musical (es un decir) pasadísimo de moralidad añeja.
2 comentarios :
Para gustos, los colores, dicen. Yo, a diferencia de ti,veo a Marisol a AÑOS LUZ del talento y la belleza de Rocío Dúrcal,quien me parece de lo mejor que ha dado España a América y al mundo desde 1492.
Claro que si jadramx, para gustos los colores. Sería un aburrimiento que a todos nos gustara lo mismo. Gracias por tu comentario.
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