2 de agosto de 2010

LA STRADA (1954) - Federico Fellini



Federico Fellini con La Strada parte del cine neorrealista para hacer una película que mantiene puntos en común con el género pero se convierte en algo distinto. Sus inicios con Roberto Rossellini y toda la influencia del neorrealismo italiano como expresión cinematográfica, no impiden que el director ofrezca un relato mágico y lleno de sensibilidad. El relato de dos marginados de la sociedad que ofrecen un sencillo número circense de pueblo en pueblo, recorriendo la carretera (la strada) en su carromato tirado por una motocicleta.

No hace falta ser un experto en cine, para ver que la interpretación de Giulietta Masina, es puro reflejo del Chaplin mimo. Su personaje Gelsomina, de clown ingenuo, sonriente, alegre y triste a la vez, es el punto poético más notable del film. Pero es que además en el otro extremo está el bruto de Zampanó con el físico de un notable e inolvidable Anthony Quinn, violento y tierno a la vez. No puedo olvidarme del bonito personaje de Richard Basehart, un equilibrista alegre y positivo ante la vida, con amor por su trabajo circense que fascina a Gelsomina desde su primera aparición.

De las que he visto, es una de mis películas preferidas de Federico Fellini, del que hace poco vi una exposición en la que, a mi parecer, se hacía más hincapié en otras etapas del cineasta.

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