The Spirit, el cómic de Will Eisner,
lo he leído desde chaval, aunque ha sido, años después cuando le he
prestado más atención a su calidad visual, con una composición de
viñetas sorprendente, mezcla de clasicismo e innovación. Así que me
pongo a ver la adaptación cinematográfica conociendo al personaje y
sabiendo de sus andanzas en las viñetas.
El director es Frank Miller, dibujante de cómics, que ya debutó en la profesión junto a Robert Rodríguez y Quentin Tarantino, con Sin City, una película que adaptaba su propio cómic. En éste film ya dejó claro que su traslación a la pantalla de un cómic era muy personal, con una estética sorprendente que fusionaba cómic y cine, de una manera nunca vista.
The Spirit no logra la misma perfección de Sin City, pero tiene algo que me pone de su lado. Los personajes son planos, pero no me importa mucho, porque el estilo visual vuelve a parecerme muy bueno. Logra engancharme ese héroe de viñeta que ama la ciudad a la que defiende de los malvados, son geniales esas chicas tan sexys, y no puedo dejar de disfrutar con el resto de personajes secundarios.
Según voy viendo la película, compruebo que lo que menos importa es la historia que me cuentan, que lo importante es su aspecto visual, su poesía de imágenes y el riesgo que toma Frank Miller como director, por hacer algo diferente a lo que sería una adaptación normal de un cómic a la pantalla. Visto el fracaso de crítica y taquilla, no sé si volverán a confiar en él para un proyecto de tal envergadura.
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