A mi madre le gustan las mujeres, la primera película de Daniela Féjerman, no estaba mal del todo. La recuerdo por lo menos entretenida. Ahora que desde entonces ha dirigido algo tan infumable cómo Semen, una historia de amor y algo tan banal cómo ésta 7 minutos.
Los siete minutos del título son con los que cuentan los participantes en una especie de cita a ciegas múltiple. Cada persona tiene ese tiempo para conocer a otra del sexo contrario y luego a otra, hasta que conoce a todas las que allí se reúnen. En ese escaso margen hablan y si se interesan pueden votarse en la página web de contactos que les ha convocado a tan peculiar encuentro. Las secuencias de éste, no están mal del todo, tienen gracia y hasta arrancan una leve sonrisa. Eso sí, cuando los personajes se desarrollan, pues ya es otra cosa. Ni la belleza de Marta Etura o el simpático papel de Luis Callejo, salvan un film que naufraga en tonterías varias con nulo interés. No es tan mala como Semen, pero si que es totalmente olvidable.
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