En un futuro no muy lejano, vivimos en una sociedad que controla a dónde podemos viajar con una especie de pasaportes que caducan (seguros) y esta sociedad controlada se divide entre los privilegiados que viven en las urbes modernas y los marginados a vivir en zonas más inhóspitas. Un experto inspector viaja a Shangai para intentar descubrir quién ha falsificado algunos de estos seguros y aunque no duda de que la responsable es una mujer de nombre María, decide no denunciarla al enamorarse de ella. El título se refiere a que el código 46 es una ley que impide concebir hijos a las personas con similar genética, a los que se les obligará a abortar y se les borrará la memoria de su relación ilegal.
Con esta premisa, el británico Michael Winterbottom, crea un film entre la ciencia ficción y el cine negro, en el que la trama se centra en la relación amorosa entre los protagonistas: Tim Robbins y Samantha Morton. Las imágenes son muy bellas y la historia, aunque algo fría, me engancha en lo visual: la noche de Shangai, la arquitectura futurista moderna, las escenas de amor, los rostros y el estilo personal con la cámara del director.
No he visto mucho cine de Winterbotton, creo que salvo Wonderland y 24 Hour Party People, no he podido hasta ahora ver más pelis suyas; pero siempre me ha sorprendido y ésta vez también. Si algo destacaría es la conjunción de música e imágenes con ese brillante final que muestra la dualidad de la vida feliz de quién no sabe que su memoria ha sido borrada en contraste con la tristeza de quién no puede olvidar el amor. Escena final con la banda sonora de "Warning Sing" de Coldplay.
1 comentarios :
Para mi gusto la película peca de excesiva frialdad, tal vez los actores están demasiado contenidos, y la historia pide más carne, más fuego. Como tú dices las imágenes son bellas, pero to no llegué a entrar en la propuesta de Winterbottom. Otra vez será. Creo que su última película ha levantado bastante polémica por su tratamiento de la violencia y el sexo.
Saludos
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