Hay directores que hacen un cine extraño con una serie de características comunes que me gustan especialmente. Me refiero a gente como David Lynch, Abel Ferrara o Atom Egoyan. No sé por qué pero sus historias a contracorriente, obsesivas, morbosas y extravagantes, consiguen mi atención y mi interés por su filmografía.
Con el canadiense Atom Egoyan me pasa esto y su manera de narrar y lo que cuenta en sus películas, me gusta más que otras propuestas más convencionales. Creo que The adjuster es la primera película que tuvo un verdadero éxito de las de su filmografía y todavía tenía pendiente enfrentarme a su visionado. No me ha defraudado y he reconocido su estilo desde el primer fotograma.
Un empleado de seguros, tiene el trabajo de ocuparse de las personas que pierden su hogar en un incendio por lo que en su vida laboral debe buscarles un alojamiento, tramitarles la indemnización y ser el nexo de unión de los clientes con su estabilidad futura. No es suficiente este atípico personaje para cubrir la galería de los que le secundan, como su propia mujer que visiona películas pornográficas porque su trabajo es el de censora de escenas violentas y vejatorias, o la pareja de ricos que buscan situaciones extravagantes de contenido sexual para llenar su existencia.
Sin explicaciones ni coartadas, Atom Egoyan, me vuelve a introducir en una historia que discurre con una estética y música que me llevan sin pestañear por unas imágenes capaces de sorprenderme en cada cambio de escena y con un final inesperado que da un giro radical al sentido último del relato.
Con el canadiense Atom Egoyan me pasa esto y su manera de narrar y lo que cuenta en sus películas, me gusta más que otras propuestas más convencionales. Creo que The adjuster es la primera película que tuvo un verdadero éxito de las de su filmografía y todavía tenía pendiente enfrentarme a su visionado. No me ha defraudado y he reconocido su estilo desde el primer fotograma.
Un empleado de seguros, tiene el trabajo de ocuparse de las personas que pierden su hogar en un incendio por lo que en su vida laboral debe buscarles un alojamiento, tramitarles la indemnización y ser el nexo de unión de los clientes con su estabilidad futura. No es suficiente este atípico personaje para cubrir la galería de los que le secundan, como su propia mujer que visiona películas pornográficas porque su trabajo es el de censora de escenas violentas y vejatorias, o la pareja de ricos que buscan situaciones extravagantes de contenido sexual para llenar su existencia.
Sin explicaciones ni coartadas, Atom Egoyan, me vuelve a introducir en una historia que discurre con una estética y música que me llevan sin pestañear por unas imágenes capaces de sorprenderme en cada cambio de escena y con un final inesperado que da un giro radical al sentido último del relato.
4 comentarios :
Me gusta este director. Le descubrí con Exótica, y después me impresionó mucho Ararat. Esta no la he visto, pero la buscaré.
Exótica es la película que más me gusta de Atom Egoyan. Tampoco es que me haya visto toda su filmografía pero la verdad es que es un cineasta que me interesa y del que tengo que conocer más.
Justo acabo de ver The Adjuster, y me pareció muy buena, perturbadora, y con un lenguaje para descifrar. Por ejemplo, la visión que de la intimidad tienen los protagonistas: el liquidador y su esposa. Hay un diálogo clave sobre esto, cuando la mujer afirma que sus trabajos son similares. Esta visión no escapa al hecho que sean de culturas distintas.
Me gusta el calificativo que has usado, harry, "perturbadora" y estoy totalmente de acuerdo en aplicarlo a esta película. Siempre me ha gustado este tipo de cine perturbador aunque entiendo que para algunos espectadores no sea agradable de visionar. A mí me encanta que me remuevan en el asiento, que me perturben y que me hagan pensar.
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