El protagonista, con un trabajo que le mantiene ocupado y sin poder atender sus obligaciones familiares, acude a un científico que le crea un doble genético, un gemelo similar a él que podrá usar para estar en varios sitios a la vez. A partir de esta premisa, se van creando nuevos dobles hasta un total de tres, que aunque son idénticos físicamente al original, cada uno tiene su propia personalidad.
Harold Ramis, es un director americano de comedias que ha realizado algunos éxitos en este género: Groundhog Day (Atrapado en el tiempo, 1993), Analyze This (Una terapia peligrosa, 1999) y su secuela Analyze That (Otra terapia peligrosa, 2002); y ahora acaba de estrenar Año Uno (Year One, 2009).
En Groundhog Day, el protagonista vivía siempre el mismo día por lo que podía usar esta repetición temporal para perfeccionarse aprendiendo de sus errores, y entre otras cosas, enamorar a la chica de la peli, interpretada por Andie MacDowell. En Multiplicity, también es Andie MacDowell, la esposa a la que el protagonista intenta satisfacer pero en esta ocasión el "truco mágico" no consiste en repetir el mismo día una y otra vez, sino que el protagonista se multiplica en varios dobles para poder atender a su trabajo, tener su ocio, cuidar a sus hijos, y por supuesto, tener tiempo para su mujer. Similares argumentos que nos hablan de la necesidad de tiempo o de la falta de éste en un mundo laboral estresante. Falta de tiempo que nos impide ser quienes quisiéramos ser.
La película tiene unos efectos especiales realmente conseguidos y para nada intrusivos, vemos a Michael Keaton en pantalla junto a sus dobles y la perfección es absoluta, parecen distintos aunque sepamos que todos están interpretados por el mismo actor. Y esa interpretación es también lo más interesante del film, Keaton borda cada uno de los personajes que interpreta, cada uno con su propia personalidad, su voz y sus gestos distintos.
Así la película empieza con un planteamiento original y con escenas hilarantes. Pero esta genialidad de partida va decayendo a medida que transcurre la trama y al final se alarga la idea original y pierdo interés, tal y como me pasó en Groundhog Day, por lo que el buen tono de la película se acaba reduciendo al llegar al final de la cinta, en un producto entretenido sin más.
Harold Ramis, es un director americano de comedias que ha realizado algunos éxitos en este género: Groundhog Day (Atrapado en el tiempo, 1993), Analyze This (Una terapia peligrosa, 1999) y su secuela Analyze That (Otra terapia peligrosa, 2002); y ahora acaba de estrenar Año Uno (Year One, 2009).
En Groundhog Day, el protagonista vivía siempre el mismo día por lo que podía usar esta repetición temporal para perfeccionarse aprendiendo de sus errores, y entre otras cosas, enamorar a la chica de la peli, interpretada por Andie MacDowell. En Multiplicity, también es Andie MacDowell, la esposa a la que el protagonista intenta satisfacer pero en esta ocasión el "truco mágico" no consiste en repetir el mismo día una y otra vez, sino que el protagonista se multiplica en varios dobles para poder atender a su trabajo, tener su ocio, cuidar a sus hijos, y por supuesto, tener tiempo para su mujer. Similares argumentos que nos hablan de la necesidad de tiempo o de la falta de éste en un mundo laboral estresante. Falta de tiempo que nos impide ser quienes quisiéramos ser.
La película tiene unos efectos especiales realmente conseguidos y para nada intrusivos, vemos a Michael Keaton en pantalla junto a sus dobles y la perfección es absoluta, parecen distintos aunque sepamos que todos están interpretados por el mismo actor. Y esa interpretación es también lo más interesante del film, Keaton borda cada uno de los personajes que interpreta, cada uno con su propia personalidad, su voz y sus gestos distintos.
Así la película empieza con un planteamiento original y con escenas hilarantes. Pero esta genialidad de partida va decayendo a medida que transcurre la trama y al final se alarga la idea original y pierdo interés, tal y como me pasó en Groundhog Day, por lo que el buen tono de la película se acaba reduciendo al llegar al final de la cinta, en un producto entretenido sin más.
1 comentarios :
Me acuerdo perfectamente de esta película y la verdad que para ser de los 80 esta superbien lograda y no se nota los corta y pega que tuvieron que hacer para hacer en pantalla estar todos los dobles a la vez.
Me gustó bastante y aún me reí con esta comedia. Saludos
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