Tenía un gran recuerdo de esta película que vi hace muuuucho tiempo. Estaba claro que había dejado buena impresión en mis inocentes y juveniles pupilas de aficionado al cine. Ahora pude volver a enfrentarme a una nueva revisión, algo que siempre da un poco de miedo.
La conclusión es que My favorite wife me sigue pareciendo un peliculón. Una comedia chispeante, divertida en su argumento (un hombre que se cree viudo recibe la visita de su primera esposa desaparecida en un naufragio, el mismo día de su segunda boda), con algunas escenas inolvidables, personajes secundarios magníficos (el juez o el empleado de la zapateria) y dos actores principales que me encantan: Cary Grant e Irene Dunne.
Cuando una comedia funciona de manera tan perfecta no puedo hacer otra cosa que disfrutar del espectáculo, con risas, aplausos y una sensación de bienestar que me lleva a acabar el visionado con ganas de buscar todas esas películas que desconozco y que están esperándome, sobre todo en la producción norteamericana de los años 30 y 40.
La conclusión es que My favorite wife me sigue pareciendo un peliculón. Una comedia chispeante, divertida en su argumento (un hombre que se cree viudo recibe la visita de su primera esposa desaparecida en un naufragio, el mismo día de su segunda boda), con algunas escenas inolvidables, personajes secundarios magníficos (el juez o el empleado de la zapateria) y dos actores principales que me encantan: Cary Grant e Irene Dunne.
Cuando una comedia funciona de manera tan perfecta no puedo hacer otra cosa que disfrutar del espectáculo, con risas, aplausos y una sensación de bienestar que me lleva a acabar el visionado con ganas de buscar todas esas películas que desconozco y que están esperándome, sobre todo en la producción norteamericana de los años 30 y 40.
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