Mike Leigh es un cineasta al que no podría encuadrar en un tipo de cine determinado tanto porque no tiene una filmografía muy extensa cómo porque no he visto más que tres de sus películas (Secrets and Lies y Naked, además de ésta). Ello no me impide tener interés por todo lo que lleva su nombre como director en los títulos de crédito.
En esta ocasión, se trata de una película con un personaje que vive feliz, siempre con la sonrisa asomando en su boca, pase lo que pase a su alrededor. Poppy contagia su felicidad y no por ello resulta un personaje ingenuo, adelantándome al pensamiento de que hay que ser muy ingenuo para vivir feliz en un mundo cómo el que nos rodea, así que lo que podría ser una personalidad plana se convierte en una chica interesante y no por ello aburrida, y este interés crece a medida que transcurre el metraje de la película.
Aunque no se nos cuenta nada más que las vivencias de esta chica londinense durante un periodo concreto de su vida, me ha resultado muy clarividente sobre lo que su director quería mostrarnos: se puede ser feliz y no vivir amargado aunque no se tenga una vida perfecta o aunque surjan los personajes infelices a su alrededor. Me alegro de que una película muestre esto de una manera tan sencilla y directa. No pretende pasar a la posterioridad con una historia transcendente pero que en mi caso ha conseguido entretenerme y hacerme reflexionar sobre la manera que tiene cada uno de tomarse las cosas del día a día.
En esta ocasión, se trata de una película con un personaje que vive feliz, siempre con la sonrisa asomando en su boca, pase lo que pase a su alrededor. Poppy contagia su felicidad y no por ello resulta un personaje ingenuo, adelantándome al pensamiento de que hay que ser muy ingenuo para vivir feliz en un mundo cómo el que nos rodea, así que lo que podría ser una personalidad plana se convierte en una chica interesante y no por ello aburrida, y este interés crece a medida que transcurre el metraje de la película.
Aunque no se nos cuenta nada más que las vivencias de esta chica londinense durante un periodo concreto de su vida, me ha resultado muy clarividente sobre lo que su director quería mostrarnos: se puede ser feliz y no vivir amargado aunque no se tenga una vida perfecta o aunque surjan los personajes infelices a su alrededor. Me alegro de que una película muestre esto de una manera tan sencilla y directa. No pretende pasar a la posterioridad con una historia transcendente pero que en mi caso ha conseguido entretenerme y hacerme reflexionar sobre la manera que tiene cada uno de tomarse las cosas del día a día.
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