Bigas Luna siempre ha sido un francotirador que aparte de tener un universo cinematográfico propio ha experimentado con distintos géneros y no se ha quedado anclado en un cine determinado.
Con esta película consigue una historia urbana de una chica que viaja hasta Madrid para intentar hacerse una carrera en el mundo del cine. Juani, es una joven valiente, pero desconocedora de los caminos para llegar a las metas que desea. Su lucha, plena de carácter, está vacía de preparación. Busca ser actriz pero no sabe que a veces no basta con las ganas, sino que también se necesita talento, estudios y esfuerzo.
Su mundo es trabajar en un centro comercial, vivir con sus padres, follar con su novio y salir de discotecas con su amiga del alma. No ve más allá de sus propias narices y su encanto radica sobre todo en eso, en su vivencia simple y alocada que le lleva a creer que puede conseguir ser una estrella simplemente por desearlo. Juani es visceral, paleta, sencilla, sexual, macarra, moderna y real.
Verónica Echeguey está inmensa y el resto de actores no desentonan. Bigas Luna al igual que hiciera en Jamón Jamón o Huevos de oro, sabe reflejar a unos personajes que viven en un mundo cercano al que salga a la calle y se mezcle con una parte de la juventud que vive así y al que su mayor realidad es "tunear el coche" o conseguir un "buen curro" para poder salir adelante.
La película es un acierto y me alegro de que también se nos ofrezcan historias en las que salgan a relucir las vidas de personas que se aparten de los estereotipos de "clase media" y "burguesa" tan repetida en el cine español.
Con esta película consigue una historia urbana de una chica que viaja hasta Madrid para intentar hacerse una carrera en el mundo del cine. Juani, es una joven valiente, pero desconocedora de los caminos para llegar a las metas que desea. Su lucha, plena de carácter, está vacía de preparación. Busca ser actriz pero no sabe que a veces no basta con las ganas, sino que también se necesita talento, estudios y esfuerzo.
Su mundo es trabajar en un centro comercial, vivir con sus padres, follar con su novio y salir de discotecas con su amiga del alma. No ve más allá de sus propias narices y su encanto radica sobre todo en eso, en su vivencia simple y alocada que le lleva a creer que puede conseguir ser una estrella simplemente por desearlo. Juani es visceral, paleta, sencilla, sexual, macarra, moderna y real.
Verónica Echeguey está inmensa y el resto de actores no desentonan. Bigas Luna al igual que hiciera en Jamón Jamón o Huevos de oro, sabe reflejar a unos personajes que viven en un mundo cercano al que salga a la calle y se mezcle con una parte de la juventud que vive así y al que su mayor realidad es "tunear el coche" o conseguir un "buen curro" para poder salir adelante.
La película es un acierto y me alegro de que también se nos ofrezcan historias en las que salgan a relucir las vidas de personas que se aparten de los estereotipos de "clase media" y "burguesa" tan repetida en el cine español.
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