Aunque los protagonistas Adam Sandler y Jennifer Aniston, no me inspiren ninguna confianza, y que al leer la filmografía del director Dennis Dugan, sienta más indiferencia que otra cosa; acabo viendo esta comedia norteamericana, en una de esas concesiones familiares en armonía ante el televisor.
Al final resulta que esta historia de un mentiroso que para llevarse al pibazo de Brooklyn Decker, inventa que está casado y con hijos, tiene su punto gracioso y aunque no sea nada del otro mundo, se ve con entretenimiento y consigue no aburrirme mucho. Lo que es imposible es no adivinar como acabará todo, desde los primeros veinte minutos, pero que sea previsible ya lo daba por supuesto.
En el reparto está Nicole Kidman, a la que no había visto actuar desde su nefasta operación de cirugía estética, y además tiene su gracia porque el protagonista es un doctor de esa especialidad. No sé si es casualidad o se ha buscado esta coincidencia, pero francamente la australiana debería haber dejado que la arrugas hubieran dado riqueza a ese rostro que ahora se muestra tan acartonado.
2 comentarios :
No es un tipo de películas que me interesen, así que no la puedo comentar, pero sí que te doy la razón en el destrozo facial que se ha hecho Nicole Kidman. Por el contrario, a Jennifer Aniston, una actriz en la que apenas me había fijado hasta hace poco, la estoy encontrando cada día más atractiva...
A mi tampoco me interesan estas películas, pero alguna que otra veo con mis chicas (madre e hija) y la mayoría de las veces me retiro a los veinte minutos, pero esta vez la aguanté hasta el final. En cuanto a Jennifer Aniston pues no está mal, pero en fin...yo veo chicas mucho más guapas todos los días por la calle.
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