David Serrano, director de Días de fútbol y Días de cine, es el autor de este su tercer largometraje, que parece buscar parte del éxito de sus guiones para El otro lado de la cama y Los dos lados de la cama, ambas de Emilio Martínez Lázaro.
Este nuevo musical de enredos de pareja, comienza con fuerza, con números cantados y coreografiados sin ningún tipo de sentido del ridículo, en tonos románticos y que lo mismo comienzan que acaban con total artificio, jugando con ello, riéndose del mismo carácter irreal del género. Hasta ahí la película funciona.
Lástima que la trama sea más que endeble con continuas repeticiones del mismo leitmotiv, un chico al que se disputan varias mujeres, que se mienten, se pelean entre ellas y que acaba cansándome por su falta de credibilidad y el uso de más y más topicos. Todo acaba más que deslucido y aunque algunas secuencias (la chica que vuela cuando se enamora) tengan su gracia, nunca más consigue ganarme como espectador.
No obstante, me gusta Quim Gutierrez al que no había vuelto a ver desde Azuloscurocasinegro y agradezco la belleza de Angie Cepeda. Es verdad que a veces, algunos actores me recuerdan a otros en su manera de interpretar. En concreto, Quim Gutierrez tiene un aire a Alberto San Juan y por otro lado, Miren Ibarguren se enfada igual que Penélope Cruz; aunque puede que solamente sea que al salirme del argumento ando buscando algo con que entretenerme mientras espero que llegue su final.
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