Un musical rompedor dirigido por Bob Fosse que es una adaptación de la novela de Christopher Isherwood "Goodbye to Berlin" (Adiós a Berlín, 1939) que ya había sido llevada al cine en 1955 con el título de I am a camera (Soy una cámara) y también un musical teatral de Broadway.
La acción se sitúa en el Berlin del inicio de los años 30. Sally Bowles (Liza Minnelli) es una cantante del Kit Kat Club que se enamora del inglés Bryan Roberts (Michael York), mientras el nazismo empieza a surgir con fuerza. El relato combina la relación de los protagonistas y sus amigos, junto con las actuaciones musicales en el cabaret, que amplifican la trama argumental. La combinación es perfecta, con números musicales geniales, vistos desde el patio de butacas, y con todo el ambiente del local nocturno.
No tiene desperdicio en su parte musical, con grandes canciones y espléndidos números, con un Joel Grey maravilloso como maestro de ceremonias del cabaret. El resto de actores también están perfectos, y en concreto, Liza Minnelli se eleva tanto en la parte dramática cómo en la musical. Ella y Joel Grey ganaron el oscar por sus actuaciones y en total fueron 8 oscars el año en que tuvo que competir con El Padrino de Coppola.
Y a destacar por su momento mágico, la única canción que se interpreta fuera del Kit Kat Club, "Tomorrow Belongs to me", cantada por un miembro de las juventudes hitlerianas, al que se van sumando más voces, preludio del éxito político del nazismo en esa sociedad alemana. Es la combinación de musical-historia de amor-drama político, lo que ha hecho perdurar a Cabaret como una obra maestra.
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