Hay directores que me gustaron mucho en mis primeros inicios cómo aficionado al cine y que rara vez he vuelto a ellos. Con Ernst Lubitsch es lo que me pasa, que sus películas fueron parte de mi bagaje cinematográfico como espectador cuando vi que este arte me interesaba más de lo normal. Luego, por distintas circunstancias y salvo alguna excepción, no he vuelto a ver esas películas que me sorprendieron.
La filmografía de Lubitsch tiene obras con muy buena crítica y entre ellas, Ninotchka, es una de las más mitificadas. La presencia de Greta Garbo y la escena en la que ella ríe por primera vez (publicitada cómo "Garbo ríe") ha hecho mucho por esta mitificación popular. Vista ahora, me parece una buena película pero no tal vez la gran película que yo recordaba.
Su tonta crítica sobre la URSS comunista tiene su gracia pero también es la parte que menos me interesa por su ridículez. Cómo además toda la trama del film reside en ese contraste entre la vida rusa y la norteamericana, entre comunismo y capitalismo, pues la película me hace sonreír pero no tanto. Greta Garbo es lo mejor, con su rostro severo hasta el momento en que ríe y se deja llevar por el compañerismo (sus revoltosos camaradas) por el amor (Melvyn Douglas), por el consumismo (ese sombrero tan chic) o por la belleza de la ciudad cosmopolita (París, siempre París).
Tengo que volver a revisar el cine de Lubitsch para disfrutar con su brillante filmografía. Es un director que tengo idolatrado y del que todavía hay muchas películas que no he visto. Salvo Una hora contigo que vi hace unos meses y que me volvió a encantar, lo tengo algo olvidado así que me lo apuntaré en la gruesa carpeta de tareas pendientes.
La filmografía de Lubitsch tiene obras con muy buena crítica y entre ellas, Ninotchka, es una de las más mitificadas. La presencia de Greta Garbo y la escena en la que ella ríe por primera vez (publicitada cómo "Garbo ríe") ha hecho mucho por esta mitificación popular. Vista ahora, me parece una buena película pero no tal vez la gran película que yo recordaba.
Su tonta crítica sobre la URSS comunista tiene su gracia pero también es la parte que menos me interesa por su ridículez. Cómo además toda la trama del film reside en ese contraste entre la vida rusa y la norteamericana, entre comunismo y capitalismo, pues la película me hace sonreír pero no tanto. Greta Garbo es lo mejor, con su rostro severo hasta el momento en que ríe y se deja llevar por el compañerismo (sus revoltosos camaradas) por el amor (Melvyn Douglas), por el consumismo (ese sombrero tan chic) o por la belleza de la ciudad cosmopolita (París, siempre París).
Tengo que volver a revisar el cine de Lubitsch para disfrutar con su brillante filmografía. Es un director que tengo idolatrado y del que todavía hay muchas películas que no he visto. Salvo Una hora contigo que vi hace unos meses y que me volvió a encantar, lo tengo algo olvidado así que me lo apuntaré en la gruesa carpeta de tareas pendientes.
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