Bad Blake, cantante de country de más de cincuenta años, sobrevive tocando su repertorio en tugurios de la América rural. Allí se encuentra con viejos fans que le recuerdan y así pasa sus días, conduciendo en la carretera, llevando su guitarra y su música a dónde le contratan, y bebiendo sin parar. Porque Bad es un alcohólico solitario, sin casi amigos, sin mujer después de cuatro matrimonios y sin saber nada de un hijo desconocido que ya casi roza la treintena.
Jeff Bridges borda el papel, no escatimando pudor para mostrar a un personaje nada idealizado que se mueve entre la indiferencia y su inseparable botella de whisky. Un cantante que en el escenario sigue siendo un tipo carismático a pesar de todas sus deficiencias personales. Capaz todavía de enamorar y enamorarse de una joven periodista que le hace una entrevista (Maggie Gyllenhaal). Por otra parte, mantiene sus diferencias con el que fuera su viejo pupilo (Colin Farrell) y que ahora triunfa en los escenarios y en la venta de discos.
La película no tiene intensidad dramática, se sostiene gracias a sus dos actores principales y a las escenas musicales. Es la primera obra de su director y tal vez sea esa la razón de que salvo momentos puntuales, no es capaz de transmitir, la destructiva vida de un alcohólico al que inevitablemente, ese tono blandengue que imprime a la cinta, lleva a su reinserción que aunque no sea un "happy end" si que acaba siendo demasiado condescendiente con sus criaturas.
No puedo dejar de acordarme de The westler (El luchador), una historia más valiente y arriesgada, que éste Corazón rebelde. Jeff Bridges ha conseguido el oscar por esta interpretación, mientras que Mickey Rourke se quedó a las puertas. Ambos me parecieron grandes trabajos y lo mejor de sus respectivas películas.
Las canciones country son parte esencial de la trama, tanto cuando Bridges o Colin Farrell están sobre el escenario, cómo cuando vemos que el primero compone una nueva canción acompañado de su guitarra. He leído que en la versión doblada no han subtitulado las canciones por lo que de nuevo se hace imprescindible verla en VOS para poder entender la conexión de la letra de las canciones con la trama de la historia.
Jeff Bridges borda el papel, no escatimando pudor para mostrar a un personaje nada idealizado que se mueve entre la indiferencia y su inseparable botella de whisky. Un cantante que en el escenario sigue siendo un tipo carismático a pesar de todas sus deficiencias personales. Capaz todavía de enamorar y enamorarse de una joven periodista que le hace una entrevista (Maggie Gyllenhaal). Por otra parte, mantiene sus diferencias con el que fuera su viejo pupilo (Colin Farrell) y que ahora triunfa en los escenarios y en la venta de discos.
La película no tiene intensidad dramática, se sostiene gracias a sus dos actores principales y a las escenas musicales. Es la primera obra de su director y tal vez sea esa la razón de que salvo momentos puntuales, no es capaz de transmitir, la destructiva vida de un alcohólico al que inevitablemente, ese tono blandengue que imprime a la cinta, lleva a su reinserción que aunque no sea un "happy end" si que acaba siendo demasiado condescendiente con sus criaturas.
No puedo dejar de acordarme de The westler (El luchador), una historia más valiente y arriesgada, que éste Corazón rebelde. Jeff Bridges ha conseguido el oscar por esta interpretación, mientras que Mickey Rourke se quedó a las puertas. Ambos me parecieron grandes trabajos y lo mejor de sus respectivas películas.
Las canciones country son parte esencial de la trama, tanto cuando Bridges o Colin Farrell están sobre el escenario, cómo cuando vemos que el primero compone una nueva canción acompañado de su guitarra. He leído que en la versión doblada no han subtitulado las canciones por lo que de nuevo se hace imprescindible verla en VOS para poder entender la conexión de la letra de las canciones con la trama de la historia.
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